
Fieles argentinos se unieron en oración por la salud del papa Francisco en su barrio natal de Buenos Aires. Este miércoles por la noche, en la Basílica San José de Flores, ubicada en el corazón del barrio donde creció Jorge Bergoglio, los asistentes se congregaron para elevar sus plegarias por el bienestar del pontífice, quien a sus 88 años se encuentra hospitalizado en Roma debido a una neumonía bilateral.
El párroco Martín Bourdieu, al inicio de la misa, pidió a Jesucristo que proteja al papa Francisco. Un centenar de devotos asistió a la ceremonia, algunos visiblemente emocionados, mientras que tres monjas permanecieron con los ojos cerrados, con lágrimas en sus mejillas, sosteniendo sus manos durante gran parte del servicio.

Bourdieu comentó que en los últimos días ha habido un notable aumento de personas que visitan la basílica para rezar por el exarzobispo de Buenos Aires. «Hay preocupación, pero también una hermosa respuesta del pueblo de Dios, que se acerca a nuestros templos para orar por él. Es lo que él desea y lo que podemos hacer», expresó.
Joaquín Pereira, un joven seminarista de 18 años, compartió que la atmósfera de oración era intensa, especialmente en la iglesia y en el barrio de Flores, donde el primer papa latinoamericano cursó sus estudios primarios y secundarios. Alejandra Zuccoli, de 55 años, también recordó a Francisco como «un vecino».
La basílica, situada en una de las áreas más comerciales de Flores, se encuentra rodeada de una zona residencial de clase media que ha enfrentado dificultades económicas a lo largo de los años. «Aquí en Argentina, en Flores, en Buenos Aires, él caminaba», añadió Zuccoli. «Caminar por Flores es estar en su espacio y en su tiempo».
El papa Francisco tiene un vínculo especial con la Basílica de San José de Flores, ya que allí sintió por primera vez, a los 17 años, el llamado a la vida religiosa. A pocos pasos de la entrada del templo se encuentra el confesionario donde el joven Bergoglio vivió su revelación, recordado por una placa que dice: «En este confesionario, el 21 de septiembre de 1953, Jorge Mario Bergoglio siguió el llamado de Dios para ser sacerdote».
La basílica también alberga una escultura de San José dormido, un regalo del papa en 2023, con motivo de su décimo aniversario como pontífice, simbolizando su conexión con este lugar.
Ante la creciente preocupación por la salud del papa, la Iglesia católica hizo un llamado a los fieles para que se unieran en oración. El Arzobispado de Buenos Aires invitó a párrocos y comunidades a rezar por la pronta recuperación del santo padre. Asimismo, la Conferencia Episcopal Argentina instó a todas las comunidades a unirse en esta causa. Los «curas villeros», que trabajan en barrios vulnerables y han contado con el apoyo de Bergoglio, también se sumaron a la convocatoria, destacando que el papa representa «una Iglesia pobre para los pobres», un ideal que ha promovido desde su llegada al pontificado.