
Dios amado, en esta semana te entrego mis cargas. Reconozco que hay cosas que están más allá de mi control, y por eso, confío en que Tú llevarás mis preocupaciones. Llena mi corazón de fuerza, valor y sabiduría para enfrentar cada desafío que se presente. Que Tu luz ilumine mi camino y me guíe en cada decisión que deba tomar, recordándome que no estoy solo en este viaje.
Aleja de mi vida toda tristeza y preocupación, y permíteme experimentar la paz que solo Tú puedes ofrecer. Que cada día esté lleno de esperanza y alegría, y que pueda ver las bendiciones que me rodean. Confío en ti, Señor, y sé que, con Tu ayuda, esta semana será un tiempo de renovación y crecimiento. Amén.