
Amado Dios, en este jueves me presento ante Ti con humildad y esperanza. Te pido, por favor, que camines por mi casa, que tu presencia inunde cada rincón con paz y armonía. Llévate mis preocupaciones, esas que a veces me quitan la calma y no me dejan dormir. Te ruego también que alejes de nosotros toda enfermedad, tanto del cuerpo como del alma.
Te suplico que vigiles y sanes a mi familia. Tú conoces nuestras necesidades, nuestras luchas y los anhelos que guardamos en el corazón. Pon tu mano poderosa sobre cada uno de nosotros, fortalece nuestros lazos y danos salud, amor y comprensión. Bendice también a mis amigos, acompáñalos en sus caminos y muéstrales tu luz en cada decisión que tomen.
Por último, Señor, líbranos siempre de todo mal y peligro. Que tu protección sea nuestro escudo diario, y que jamás nos falte tu guía ni tu amor. Gracias por escuchar mi oración y por estar siempre presente, incluso en los momentos más difíciles. Amén.